Mesa Temática No. 25

CONCEPTOS ÉTICOS Y POLÍTICOS DE LAS MUJERES: SEDIMENTOS SEMÁNTICOS, RESEMANTIZACIONES Y NUEVAS NARRATIVAS (15/ 1 JORNADA)
Coordinadoras
: Elena Cantarino (UV) y Elena Nájera (UA)

Participantes (14):

Elena Cantarino (Universitat de València)
Elena Nájera (Universidad de Alicante)
Carmen González Marín y Virginia Fusco (Universidad Carlos III de Madrid)
Francisco Arenas-Dolz (Universitat de València)Marta Postigo (Universidad de Málaga)
Isabel G. Gamero (Universidad Complutense de Madrid)
Marta Nogueroles (Universidad Autónoma de Madrid)
Yera Moreno Sainz-Ezquerra (UCM/ ISFODOSU - República Dominicana)
Inés Romero (Universidad Carlos III de Madrid)
Lola Fernández (Universidad de Oviedo)
María Espejo (Universidad de Granada)
Marina García-Granero (Universitat de València)
Teresa Portas (Universidad de Vigo)

Contribuciones:

Título
: Conceptos éticos y políticos de las mujeres: sedimentos semánticos, resemantizaciones y nuevas narrativas. Propuestas metodológicas.

Autora: Elena Cantarino

Resumen: La colaboración se propone, como objetivo principal, presentar una perspectiva metodológica que permita evidenciar la aportación de las mujeres a los conceptos éticos y políticos lo que significa trabajar sobre la génesis y el cambio de los conceptos. Se trata de rescatar y/o desvelar los “conceptos de las mujeres” o el sedimento semántico por ellas añadido o criticado que se ha mostrado en la historia sumergido y subvertido por los “conceptos de los varones”. Mientras que cada palabra depende de una sola cosa, los conceptos no siempre se refieren a un solo referente: las palabras mantienen sentidos unívocos y definibles, en tanto que los conceptos son polisémicos ya que representan un conjunto de experiencias y acontecimientos que indican una multiplicidad de significados. Los conceptos, al tiempo que tematizan estructuras sociales; es decir, procesos complejos y globales, plasman la vigencia y la transformación de las mismas. Por ello, no reflejan necesariamente valores universales ni pueden considerarse conceptos inmutables ya que algunos emergen tan rápidamente como luego desaparecen y otros permanecen desde antaño en nuestro léxico.

Se analizará de forma metodológica cuál puede ser el análisis de la vinculación entre la premodernidad y la modernidad a través de los conceptos de las mujeres y sus sedimentos semánticos, profundizando en la dimensión ético y política de los mismos; cómo puede llevarse a cabo el estudio de diversos conceptos ético-políticos en su eje diacrónico y sincrónico para evidenciar y articular las relaciones político-sociales a través de la teorización realizada por las mujeres y sus nuevas narrativas; y cómo es posible profundizar en las aportaciones originales de las autoras y en sus conceptos desvelando la importancia de los conceptos acuñados o resemantizados por ellas y su repercusión en nuestra configuración actual de la sociedad y de sus relaciones, entre ellas, las relaciones de poder intergenéricas e intragenéricas.



Título: “Resistencia” y feminismo

Autora: Elena Nájera

Resumen: La comprensión de la política como “resistencia” marca una de las líneas de la filosofía política contemporánea, incidiendo de una manera significativa en el ámbito de la reflexión feminista. Dicho concepto le ha facilitado a esta la posibilidad de ampliar su espacio discursivo, aunque la ha situado a su vez en una encrucijada a propósito de la continuidad del proyecto feminista de raigambre ilustrada y su noción normativa de compromiso. En la obra de la filósofa norteamericana Judith Butler se emplazan ambos aspectos. Por una parte, consigue dotar de contenido al concepto de “resistencia”, entendiéndolo como un ejercicio colectivo interesado en generar las condiciones de una vida vivible frente a la creciente precariedad que impone el marco neoliberal. A su entender, esta exigencia –que adscribe a una teoría democrática radical– pasa por transvalorar las categorías ético-políticas –como la de género– para hacerlas más inclusivas y, por tanto, más sensibles a lo que podría denominarse la fenomenología de la precariedad. Esta tendría que ocuparse de visibilizar, a su entender, “a mujeres, queers y personas transgénero, a los pobres, a los discapacitados y los apátridas, pero también a las minorías religiosas y raciales”. Su planteamiento aspira a reconocer todas estas formas de opresión vigentes en las globalizadas sociedades tardocapitalistas y a facilitarles una vía subversiva que involucra la consolidación de vínculos entre diferentes luchas. Este ha de ser el objetivo último de la política y orientar, como parte de la misma, las intervenciones que puedan hacerse desde el feminismo. Por ello, por otra parte, el feminismo del siglo XXI debería servir para entrelazar marcos de subyugación y resistencia antes que para mantener la prioridad y especificidad de la dominación femenina. Esta causa por sí sola pierde entidad, cuestionándose así mismo que se pueda generar un relato coherente en torno a ella. La precariedad afecta a las mujeres, pero esto no sería para Butler suficiente para justificar la afirmación de un sujeto colectivo estable, la construcción de un “sujeto global” declinado en femenino. El compromiso específico del feminismo en torno a la igualdad de hombres y mujeres quedaría así, por lo tanto, en buena medida desactivado.


Título: Desnaturalizando la diferencia: una genealogía de los fundamentos de la opresión.

Autoras: Carmen González Marín y Virginia Fusco

Resumen: La noción de diferencia es central en la teoría feminista, aunque también en otros contextos políticos. De alguna manera la naturalización de la diferencia ha sido interpretada como el fundamento y la justificación de discriminaciones, opresiones, exclusiones etc. El sexo, la raza, la clase o la cultura expresan diferencias que en (muchas) ocasiones dificultan o impiden un trato justo. Por más que sea obvio el tipo de estrategia argumental utilizado, la idea misma de diferencia no siempre se deja vislumbrar, ni de interpreta de una manera unívoca. En ocasiones se oculta, en otras se magnifica, en otras se asume como el jugo donde lo mismo y lo otro son coincidentes.

Una genealogía de la noción de diferencia nos muestra las distintas modulaciones y deconstrucciones que se han llevado a cabo en la tradición filosófica, en lo que concierne a la diferencia sexual o de género, pero también cuando pensamos la raza o la cultura. Nuestro propósito en este trabajo es analizar la noción de diferencia como el nudo conceptual básico y problemático, que es preciso desentrañar para que sea posible pensar en términos de justicia real. En este sentido, desde los textos de Monique Wittig hasta la teoría queer nos encontramos con maneras peculiares y fecundas de interpretar y jugar con la diferencia potencialmente relevantes. En el caso de Wittig, nos encontramos con una lectura iluminadora, que contribuye fehacientemente a reinterpretar las razones por las cuales se producen diferentes tipos de opresiones, discriminaciones e injusticias. El impacto político de la noción de diferencia debe explicarse a partir de la afirmación de que "diferente" o "igual" no son términos que remiten a una relación sino que "diferente" es una marca ontológica particular que solo ciertos individuos ostentan, a saber, los oprimidos, los excluidos o los discriminados. Desde esta concepción, parece necesario repensar la vindicación de las diferencias y su aplicabilidad en políticas de inclusión etc. Por otra parte, la teoría queer nos permite leer la diferencia como no sustanciada y permanente al mismo tiempo. Figuras como la drag queen o el drag king podrían quizá leerse como "alegorías" de la diferencia. Creemos que estas modulaciones de la noción de diferencia pueden contribuir a abrir líneas de reflexión acerca de posibles caminos en pos de una cultura híbrida.


Título: Emancipación y voluntad de poder en las Proposiciones cardinales pesimistas. Vademécum para los espíritus más libres (1905) de Helene von Druskowitz

Autor: Francisco Arenas-Dolz

Resumen: La filósofa austriaca Helene von Druskowitz (Viena, 1856-Mauer-Öhling, 1918), escribió entre 1891 y 1907, durante su internamiento en el manicomio de Mauer-Öhling, diecinueve obras entre ensayos, comedias y recopilaciones poéticas. Entre ellos destaca el libro publicado en 1905, Pessimistische Kardinalsätze. Vademecum für die freisten Geister [Proposiciones cardinales pesimistas. Vademécum para los espíritus más libres], donde la autora sintetiza en forma de máximas su concepción del feminismo.

El objetivo de esta comunicación es contextualizar la obra de Druskowitz, analizando sus agudas e hiperbólicas aseveraciones. En esta invectiva contra los hombres, Druskowitz usa los mismos argumentos que autores misóginos, como Otto Weininger (1880-1903) en su libro Geschlecht und Charakter [Sexo y carácter] (1903), emplearon para sostener la inferioridad de la mujer, mostrando así sus principales críticas a la «especie» masculina, culpable de haber sometido a las mujeres. Druskowitz parte de una idea radicalmente negativa del hombre, tal como se refleja en los cuatro primeros capítulos de su libro (1. No un dios en sentido corriente; 2. El principio superior. Para ser comprendido sólo platónicamente; 3. La materia; 4. El hombre como imposibilidad lógica y ética y como maldición del mundo). El pesimismo de Druskowitz sobre el destino del mundo material surge del dominio masculino sobre la naturaleza, que se refleja por ejemplo en la explotación de los recursos naturales o en el trato a los animales. Según la autora, no es posible promover una sociedad donde exista la igualdad entre hombres y mujeres, por lo que postula la separación de ambos sexos en beneficio de las mujeres. La obra se cierra con dos capítulos que recogen una serie de máximas dedicadas a los hombres (5. Ordenamiento para los hombres. Normas para el sexo masculino) y a las mujeres (6. Ordenamiento para las mujeres. Máximas para las mujeres
) y con un alegato en defensa del feminismo. Para Druskowitz el feminismo es el ideal más santo de los tiempos modernos y «debe ser dotado de llamas y esplendor».


Título: Ciudadanía, vindicaciones de igualdad e identidades de género: Redefiniendo el discurso de ciudadanía

Autora: Marta Postigo Asenjo

Resumen: Las vindicaciones de igualdad de las mujeres han planteado profundas controversias a la ciudadanía. Las vindicaciones de igualdad de derechos y de reconocimiento de las ciudadanas han sacado a la luz, desde sus orígenes barrocos e Ilustrados, debates identitarios inesperados que parecían ajenos al estatus civil, abstracto y formal de la ciudadanía. Al aspirar a la gama de oportunidades y de derechos civiles y políticos, las mujeres comprendieron que las virtudes y funciones en las que eran instruidas, y para las que estaban supuestamente destinadas, se convertían en un verdadero obstáculo para ser consideradas como iguales, sujetos libres y autónomos, y acceder a las diferentes oportunidades civiles y políticas. Como consecuencia de ello, los defensores de la igualdad pronto se vieron expuestos a lo que ha venido a denominarse el “dilema de Wollstonecraft”, es decir, decidiendo si debían concebir la ciudadanía de forma diferenciada, teniendo en cuenta las virtudes femeninas y domésticas, o ignorar, en la medida de lo posible, las cadenas biológicas de la maternidad y los hechos naturales diferenciales que se habían convertido, con la llegada de la Modernidad, en el instrumento retórico y político para limitar las oportunidades femeninas y perpetuar el estado de “inmanencia” de las ciudadanas.

La presente propuesta de comunicación destinada a la mesa temática “Conceptos éticos y políticos de las mujeres: sedimentos semánticos, resemantizaciones y nuevas narrativas” se propone abordar el concepto de ciudadanía desde la perspectiva de género, teniendo en cuenta de qué forma ésta se convierte en un asunto polémico ante las vindicaciones de la igualdad de las mujeres, que ponen en evidencia aspectos tales como la separación entre lo público y lo privado, la división sexual del trabajo y la construcción de las identidades de género, reconceptualizando y reorganizando la dimensión cívico-política. Para ello, la reflexión va a partir de los textos fundadores del feminismo moderno, como son las clásicas obras del filósofo cartesiano Poullaine de la Barre y de la inglesa Mary Wollstonecraft, así como de Le Deuxième Sexe de Simone de Beauvoir, con el fin de estudiar de qué forma la teoría feminista ha llevado a cabo resignificaciones conceptuales que implican pensar la ciudadanía con un nuevo lenguaje moral y político que atiende a diferencias e identidades de género.


Título: Las dificultades de la comprensión formal, simétrica y reversible de las relaciones humanas

Autora: Isabel G. Gamero
Resumen: Quisiera plantear que la comprensión formal y reversible de las relaciones humanas que Habermas propone como modelo de igualdad (1984) no resulta adecuada ni igualitaria, por el contrario, puede reproducir y reforzar las desigualdades y discriminaciones que ya se dan en la sociedad. Para argumentar esto, partiré de un enfoque feminista situado y material (en oposición a los enfoques formales) y de la epistemología crítica de Miranda Fricker. Mi tesis es que abstraer las diferencias entre seres humanos para proponer una comprensión simétrica y reversible de perspectivas y definir, a partir de ahí, un modelo igualitario de sociedad no fomenta la igualdad, sino que puede perjudicar a quienes se encuentran en la situación que Fricker denomina injusticia epistémica, esto es, quienes no tienen los medios ni reconocimiento para que sus demandas sean comprendidas, atendidas y solucionadas de modo adecuado. Aun entendiendo el carácter ideal y regulativo de la propuesta habermasiana y considerando que una situación ideal e igualitaria donde todos recibamos el mismo reconocimiento resulta deseable, criticaré la propuesta habermasiana por su comprensión formal de los seres humanos y su idea de que la igualdad implica “distribución simétrica” e “intercambiabilidad de roles”. Por el contrario, siguiendo a Fricker, destacaré que no hay ninguna situación real donde los seres humanos seamos iguales (formalmente iguales) y se dé una simetría completa. En toda sociedad siempre se dan asimetrías estructurales que privilegian y dan autoridad a ciertos grupos sobre otros. Para desarrollar esta crítica y abandonar el plano neutro y abstracto, propondré ejemplos reales y actuales y los contrastaré con las propuestas de Habermas y Fricker.


Título: El concepto de política en Lidia Falcón

Autora: Marta Nogueroles Jové

Resumen: Lidia Falcón O´ Neill es la Presidenta del Partido Feminista de España, además de abogada, periodista y escritora. Lidia ha dedicado toda su vida a la defensa de los derechos de las mujeres y ha sido un puntal en el feminismo español de la época de la transición y también lo es del feminismo actual. En nuestro trabajo analizaremos qué es lo que entiende Lidia Falcón por política, que dista mucho de la idea de política de nuestras democracias burguesas y que ha tenido como consecuencia la despolitización de la sociedad, la “politicofobia” y el desprestigio de toda la clase política. Para Francisco Fernández Buey la política era la ética de la vida colectiva, en esta misma línea, para Lidia Falcón la política es la única forma posible de estar en el mundo para quienes toman la opción de vivir de una forma responsable. De ahí que sea de vital importancia recuperar la fe en la política y desde ésta luchar por la igualdad, la justicia social y los derechos de las clases trabajadoras, que son quienes están pagando las consecuencias del sistema neoliberal. La política, lógicamente, no podrá dejar al margen –tal como ha venido haciendo hasta ahora− al 52% de la población, es decir, a las mujeres, por lo que la opción de Lidia es la de una política feminista, pues sin feminismo no puede haber democracia.


Título: Resignificaciones de la performatividad. Apropiaciones estético-políticas desde los feminismos y la teoría queer.

Autora: Yera Moreno Sainz-Ezquerra

Resumen: La presente comunicación propone abordar las resignificaciones llevadas a cabo sobre el concepto de “performatividad” y su importancia dentro de los estudios visuales y la filosofía política desde una perspectiva feminista. Partiendo del concepto formulado por el filósofo del lenguaje J. Austin y la influencia de Derrida en la ampliación del término, nos centraremos en la figura de J. Butler en cuanto a su reformulación de dicho concepto en lo relativo al estudio del género, el sexo y la sexualidad. Posteriormente analizaremos como el concepto, en sus distintas (re)apropiaciones y derivas semánticas ha ido cobrando cada vez más importancia para explicar, no sólo el funcionamiento sexo-genérico y la articulación de los cuerpos, sino la acción política dentro de las democracias contemporáneas y el trabajo con la identidad desde las artes visuales. Así, el concepto de performatividad se ha ido ampliando y desbordando, situándose en el cruce entre la teoría feminista, las ciencias sociales, la filosofía política y el arte, para dar cabida a múltiples procesos relativos a la producción de identidades. Gracias al aporte de filósofas y artistas, iremos viendo las derivas del concepto y sus usos, así como la capacidad del feminismo y la teoría queer para (re)apropiarse de ciertos términos lingüísticos y su efecto en la producción de nuevas realidades sociales.


Título: Los Espacios Seguros y las luchas desde la Diferencia.
Autora: Inés Romero

Resumen: Las diversas corrientes feministas se han preocupado, desde sus inicios, de dar respuestas y soluciones a los conflictos, injusticias y faltas respecto de la igualdad que se les han ido presentando a las mujeres. En los últimos años una política de origen universitario, los llamados “espacios seguros” (safe spaces) se han extendido a otros contextos y han generado un debate interesante que sitúa sus planteamientos en la defensa de la diferencia. Varios ejemplos pueden encontrarse en la actualidad en los que se han generado lugares concebidos para proteger a uno o varios colectivos minoritarios. Las mujeres, las personas de color, las feministas negras y afrodescendientes , etc. han reivindicado iniciativas como vagones de trenes sólo para mujeres para evitar el acoso y las agresiones sexuales, festivales de música únicamente para personas de color, entre otros.

Esta comunicación se plantea acudir al origen del término y sus implicaciones en relación con las teorías de las luchas por reconocimiento enmarcadas en el paradigma cultural defendido, de diversas formas, por autoras como Nancy Fraser o Iris Young.

Título: Figuraciones feministas del “yo”: Gloria Anzaldúa, Donna Haraway y Rosi Braidotti
Autora: Lola Fernández

Resumen: Una de las categorías más fértiles en reconsideraciones y reelaboraciones desde las teorías críticas, especialmente con la entrada en crisis de la empresa de la Modernidad y sobre todo en el pensamiento poscolonial y descolonial, es la del sujeto. El sujeto unitario, autónomo y despojado de la naturaleza ha sido denunciado como una herramienta fundamentalista, cobijo no de una pretendida universalidad sino del particular hombre occidental, blanco, heterosexual, católico y económicamente autónomo. Distintas pensadoras feministas han propuesto nuevas figuraciones para el sujeto que puedan ser fundantes de una comunidad más justa dando cabida a una mayor heterogeneidad de posiciones. Tales figuraciones hacen frente a cuestiones que se nos presentan hoy como políticamente urgentes: la producción de subjetividades no excluyentes ni opresoras, la resistencia ante la geopolítica neoliberal y la posibilidad de una ecología sostenible.

Esta propuesta de colaboración trazará una pequeña cartografía de la resistencia feminista ante la reducción violenta de la vida a los márgenes del sujeto moderno y mostrará la potencialidad política transformadora de esos otros sujetos alternativos en los que se guarece hoy la esperanza de la emancipación. Analizará el “sujeto fronterizo” que Gloria Anzaldúa propone en “Borderlands/La Frontera: The New Mestiza” (1987); los monstruos que Donna Haraway propone en “Las promesas de los monstruos: una política regeneradora para otros inapropiados/inapropiables” (1999) y, por último, el “sujeto posthumano” que elabora Rosi Braidotti en “Los Posthumano” (2015), para ilustrar el proceso de ruptura de la teoría feminista con el sujeto unitario y su propuesta de un sujeto múltiple que se presenta como el lugar de una red de alianzas.


Título: Mujeres con diversidad funcional que toman la palabra: un acercamiento a la experiencia del cuidado a través de sus propios discursos.
Autora: María G. Espejo Moliz

Resumen: El concepto de cuidado y las prácticas asociadas al mismo, históricamente vinculadas a las mujeres y al ámbito doméstico donde estas solían desempeñar un trabajo socialmente invisible, ha ido ampliándose de la mano del movimiento feminista, que comenzó a exigir su puesta en valor y reconocimiento ético, económico y social a finales del siglo XX. Si bien, hasta hace relativamente poco tiempo no se ha tenido en cuenta en la construcción de los discursos y en la provisión de los mismos a determinados sectores de la población que se han sido configurado como receptores: niños, personas mayores y personas con diversidad funcional. En el caso de estos últimos, el activismo vinculado al Movimiento de Vida Independiente y la puesta en marcha de la Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia de España (LAPAD), ha propiciado que las propias personas con diversidad funcional se incorporasen activamente en la toma de decisiones vinculadas a su propio cuidado, defendiendo su derecho a la autonomía y a la autodeterminación. Este hecho ha generado que algunas personas con discapacidad tomen la palabra y participen en la construcción de discursos lingüísticos, políticos y sociales. En la presente investigación de carácter etnográfico, se busca conocer cómo mujeres con diversidad funcional, usuarias de Asistencia Personal y vinculadas al ámbito universitario de la Comunidad de Madrid y Andalucía construyen y transmiten sus propias experiencias personales en relación a la provisión y recepción de los cuidados.


Título: ¿Identidad o estatus? Contra la despolitización del concepto de “género”
Autora: Marina García-Granero

Resumen: La comunicación comienza presentando brevemente el nacimiento del concepto “género” y su posterior apropiación por las humanidades y ciencias sociales en la oposición sexo/género, de acuerdo con la cual “sexo” designaría la materialidad biológica de los cuerpos, mientras que el “género” designaría todos los diferentes modelos de conducta, roles, estereotipos y violencias que se imponen y justifican a partir de dicha diferencia sexual.

A continuación, defiendo la concepción abolicionista del género, la cual expresa que una sociedad igualitaria no produciría la marca de género. Habría sexos, hombres y mujeres, pero no géneros (clases sexuales). De acuerdo con esta acepción, el vocablo “género” siempre designaría una jerarquía que una sociedad justa debería erradicar. Este concepto crítico nos sirve para señalar con concreción las distintas desigualdades y mecanismos que reproducen la opresión: los estereotipos de género, los roles de género, las violencias de género, etc. El abolicionismo de género es la única perspectiva que nos permitirá caminar hacia una sociedad en la que el sexo de una persona no determine su estatus.

No obstante, la teoría queer y sus activismos suelen hablar de “los géneros” y de etiquetas como “pangénero”, “no-binario”, “tercer género”, “agenéro”, etc, llegando a provocar lo que posturas más críticas han denominado “el vacío del género”. Estos usos del “género” no se entienden en términos de estatus, sino que exigen el reconocimiento de identidades psicologizadas. Cuando se habla del “género” en sentidos que se reducen a la mera autoidentificación, los gustos, la estética y la personalidad, se destruyen las posibilidades de significación de aquellas opresiones que sufren todas las mujeres en tanto que clase sexual. El género no es una identidad, sino que es el destino que la sociedad nos prepara en base a haber nacido varón o mujer. Desprovisto de toda vocación crítica, el concepto de “género” deja de ser una herramienta de transformación social. Concluiremos que un feminismo que se pretenda emancipador deberá recuperar los discursos en torno al género como denuncia del estatus.


Título: El discurso agonista en el debate democrático contemporáneo
Autora: Teresa Portas

Resumen: Constatada la actual necesidad de repensar el espacio de la política, un espacio que, paradójicamente, más que nunca está constreñido y supeditado al conjunto de problemas y preocupaciones de índole privada o personal, la poliédrica teoría política arendtiana, a pesar de las dificultades que su categorización presenta a la hora de pensar nuestras sociedades contemporáneas, resulta sumamente vigorosa en vistas a revitalizar el denostado espacio público. Invitándonos no sólo a la acción como epítome de la realización ciudadana y, en última instancia, humana, sino también a la ineludible reflexión que la ha de acompañar.

La teoría feminista contemporánea se enfrenta en la actualidad al reto de constituir un modelo de espacio público inclusivo solvente. Históricamente las críticas llevadas a cabo por el movimiento feminista apuntaban mediante diversas estrategias las limitaciones inherentes al ámbito público-político, su estrechez, desvelando una organización socio política fundamentada en el binarismo de género. Estas estrategias siempre han estado estrechamente vinculadas a la movilización y organización de movimientos de mujeres frente a las élites gobernantes. La justicia, la igualdad y la libertad buscadas se reivindicaban a través de acciones políticas más o menos directas, pero adolecían de una importante limitación: la ausencia de una elaboración teórica capaz de articular, fundamentar y legitimar el pensar y actuar de las mujeres o una política verdaderamente democrática.

La cuestión que aquí se nos plantea tiene que ver con esa limitación, con la elaboración de una Teoría política en aras de la constitución de un espacio público democrático, que no constriña o domestique la acción política, que promueva la participación y con ello la realización individual y ciudadana. En este sentido los postulados político-existenciales de Hannah Arendt constituirán un interesante punto de partida para la teoría feminista, del mismo modo, la mirada que las teóricas feministas han esgrimido sobre su teorización enriquecerá e iluminará aspectos de la misma.

Este trabajo tiene por objeto recoger las líneas rectoras de una variedad de discursos que influenciados por la resemantización de los conceptos teórico políticos tradicionales llevada a cabo por Hannah Arendt (acción, poder, autoridad, fuerza, potencia, violencia etc) tratan de dilucidar qué constituye una praxis política feminista alineada con los principios democráticos y no fundamentada en el excluyente binarismo de género.

Esta comunicación se ceñirá específicamente a las aportaciones próximas al enfoque agonista que contribuirán con sus concepciones a interrogar de una manera integral el espacio público-político: desde el papel de la propia teorización, las posibilidades de actuación en el espacio público, la cualidad del espacio público y del privado, etc. Se rechaza desde este enfoque la comprensión de la realidad en términos dicotómicos, así como cualquier formulación basada en una identidad previa o en una identidad sustantiva. Nos adentraremos en cómo desarrollan estas teóricas un aparato crítico que pretende desvelar las trampas del marco racionalista inherente a la teoría liberal. La teoría arendtiana emerge de la mano de estas autoras, en algunas ocasiones afirmada, en otras rechazada, con el objeto de desvelar nuevas realidades políticas que nos aproximen a una verdadera democracia.


Título: PENSAR/NARRARSE POR SÍ MISMA. UNIVERSALISMO INTERACTIVO Y ÉTICA DEL CUIDADO EN LA FILOSOFÍA DE S. BENHABIB.
Autora: Alicia de Mingo Rodríguez - Universidad de Sevilla

Resumen: La presente contribución se propone abordar la crítica de Benhabib a lo que denomina sustitutionalist universalism en favor de una reinterpretación del “pensar por sí mismo” (primera máxima del sensus communis kantiano) como narrarse a sí mismo, que en el caso más concreto planteado por Benhabib, sería, en verdad, narrarse-por-sí-misma (en tanto le importa rescatar la aportación del feminismo), que “empodere” a las personas con su voz propia –que debe ser escuchada-, frente a planteamientos formalistas que corren el riesgo de obviar la singularidad de los agentes. La crítica de Benhabib implica asumir la contemporánea crisis de la representación (con especial referencia al ámbito político) en la medida en que expresa la desconfianza acerca del “universalismo” como tentación con vistas a erigirse en una estrategia válida en el terreno ético y político, en la que el “Otro generalizado” al que se apela encubre la diferencia y concreción de aquellos a los que debiera acoger y representar (lo que justificaría el popular “grito” de protesta: “¡No en mi nombre!”), a los que por tanto no ya sustituye (modelo de una representación adecuada), sino que suplanta, en tanto no se cumple con la exigencia dialógica e interactiva de respeto y escucha a su particularidad o concreción. En la crítica de Benhabib se efectúa una doble crítica, tanto a la relevancia concedida por Rawls al “velo de ignorancia” como a un universalismo de corte kantiano, en la medida en que la segunda máxima del
sensus communis (tan decisiva para la “mentalidad ampliada” de Hannah Arendt) no es suficientemente exigente de cara al respeto por los Otros concretos. Por otra parte, Sheila Benhabib vincula su crítica –ahora declaradamente feminista- con la posibilidad de que la reivindicación de la cualidad ética de la mujer pudiese hacer una contribución decisiva al ámbito ético y político.

Esta problemática se enmarca en un doble horizonte ético: por una parte, la crítica al universalismo “suplantador”, frente a lo que Benhabib se decide por la perspectiva de una ética del cuidado; y por otra parte, en la discusión de la pensadora con algunas propuestas foucaultianas y postmodernas, en la medida en que parecen abocar, en un caso, a cierto determinismo (al que se habría de oponer el lema:
estamos condicionados, pero no determinados) y a una pérdida de la ilusión utópica (que el feminismo aún necesita). Respecto al debate contemporáneo, lo que se decide en la propuesta de ética del cuidado de Benhabib es la posibilidad de seguir manteniendo viva y activa la fuerza crítica, ética y política, del Otro en su alteridad irreductible a un universalismo, si no sospechoso de ser malintencionado, sí lo sería de haberse adocenado en una “zona de confort” y una perspectiva, a pesar de las apariencias, de corto alcance.


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