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MESA TEMÁTICA 8: EL APORTE DE LA FORMACIÓN HUMANISTA -Y ÉTICA- EN CARRERAS CIENTÍFICAS Y TECNOLÓGICAS (2-1/4)
Día de la sesión: 3/10/18
Horario: De 16 a 17.30 hs.
Orden de ponencias y expositores:
16:00 hs: Filosofía y calidad académica en Universidades Tecnológicas. Autor/expositor: José Luis Ventura, Universidad Complutense de Madrid/Universidad Yachay Tech, Ecuador.
16.30 hs: Enseñar ética a futuros ingenieros y científicos: su potencial y su sentido.
Autoras/expositoras: Fabiola Vethencourt y Luciana Samamé, Universidad Yachay Tech, Ecuador
EL APORTE DE LA FORMACIÓN HUMANISTA -Y ÉTICA- EN CARRERAS CIENTÍFICAS Y TECNOLÓGICAS (2/5)
Abstracts/Lista de participantes:
Filosofía y calidad académica en Universidades Tecnológicas
Autores/expositores: José Luis Ventura, Universidad Complutense de Madrid/Universidad Yachay Tech, Ecuador; Juan José Rosales, Universidad Yachay Tech, Ecuador; José Alvarado, Universidad Yachay Tech, Ecuador.
Existe un muy creciente descuido y menosprecio por los estudios humanísticos a nivel hispanoamericano. La creciente reducción de los bachilleratos humanísticos en Suramérica y la eliminación de los estudios de filosofía en el currículo español es una prueba clara de ello. Pero la situación no parece cambiar si apuntamos a las Universidades, sobre todo cuando se trata de aquellas enfocadas a estudios técnico-científicos y las distintas ingenierías. Aunque España es un país con una importante tradición de estudios filosóficos, a pesar del franquismo, nos proponemos revisar cuál es el estado de la cuestión en sus universidades tecnológicas, es decir, cuál es el estado de los estudios humanísticos y filosóficos en las universidades politécnicas. Pero más allá de las fronteras españolas queremos revisar la situación en países como Ecuador, y contrastar estos dos países con la realidad norteamericana, que en principio parece ser muy distinta.
El caso ecuatoriano es especialmente representativo de la crisis de las humanidades, especialmente de los estudios de filosofía. La clásica Universidad Central del Ecuador, aunque mantiene una Facultad con el nombre de “Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación”, no tienen estudios de Filosofía y su oferta académica se concentra en las distintas alternativas a las carreras pedagógicas. La Universidad San Francisco, una de las más importantes en el espacio ecuatoriano, oferta la carrera de Artes liberales y una subespecialización en filosofía. La Universidad Pontifica Salesiana ofrece un grado en Filosofía y Pedagogía. Y la única que oferta la licenciatura en filosofía es la Pontificia Universidad Católica de Ecuador, que además ofrece la única Maestría específica en esta área del conocimiento. La otra oferta de Maestría la encontramos en Flacso, con una Maestría en Filosofía y Pensamiento Social.
Pero si miramos el espacio académico norteamericano la situación parece ser otra. Todo parece apuntar a que la mayor reputación académica de las universidades norteamericanas se debe, en parte, a la amplitud de su oferta de estudios y a la inclusión de las humanidades y especialmente de la filosofía en estas instituciones tecnológicas. Una prueba de ello es el Instituto Tecnológico de Massachusetts MIT, uno de los más reputados a nivel tecnológico, pero que igualmente ofreces estudios de pre y postgrado en Filosofía con igual renombre. Así, nuestra hipótesis de trabajo supone que la mayor calidad de los estudios universitarios es directamente proporcional a la amplitud de la oferta académica y a la presencia de estudios humanísticos y filosóficos en estas universidades tecnológicas.
El objetivo de la presente comunicación es mostrar el estado de los estudios humanísticos y filosóficos en las universidades tecnológicas de los tres países antes mencionados. Se trata de un primer momento de una investigación de mayor alcance respecto de la presencia de las humanidades en las universidades tecnológicas. En este primer momento nos proponemos establecer algunas precisiones metodológicas, a saber, 1) cómo definir a una universidad tecnológica y cómo diferenciarla de otros modelos de universidad. 2)Cómo establecer un criterio de clasificación siguiendo las pautas de los rankings, pero guiándonos por criterios objetivos. 3) Cómo establecer un patrón de análisis comparativo sobre los rankings de las universidades tradicionales y las tecnológicas.
El segundo lugar, establecemos un recuento de instituciones por país donde se detalla, las carreras técnico-científicas que se imparten y el currículo específico de cada carrera. Ello con la intención de mostrar la presencia de asignaturas humanísticas y filosóficas en el currículo. El otro aspecto fundamental del análisis es la presencia de estudios de pregrado y/o postgrado en el seno de estos institutos. Cuando es el caso, ello nos llevará a revisar los currículos de estas, así como los contenidos curriculares, es decir, los programas o syllabus. Nuestra investigación termina presentando el análisis comparativo del ranking universitario y la presencia o no de estudios humanísticos y sociales.
Palabras-clave: Filosofía, reputación académica, España, Ecuador, Universidades tecnológicas, currículo.
Enseñar ética a futuros ingenieros y científicos: su potencial y su sentido.
Autoras/expositoras: Fabiola Vethencourt y Luciana Samamé, Universidad Yachay Tech, Ecuador
Necesidad y libertad, tal como señalaba Kant, es lo que distancia irremediablemente las ciencias naturales y las llamadas ciencias del espíritu. Por mor del argumento, diremos que mientras las ciencias describen y explican el mundo, las ciencias del espíritu (o las humanidades) pretenden comprenderlo y transformarlo socialmente, al tiempo que transforman a estos mismos agentes del cambio. La ética, sostenemos, se caracteriza por su potencial transformador de los individuos.
¿Qué pueden aportar las humanidades y, en especial, la enseñanza de la ética filosófica, a la formación universitaria de futuros científicos e ingenieros? Existen al menos dos razones para defender la importancia de la formación humanística:
En primer lugar, su contribución a la formación del pensamiento crítico y a la racionalidad práctica. Un buen científico o un buen tecnólogo no es simplemente alguien que aplica eficientemente el conocimiento para resolver problemas pragmáticos, sino que, al mismo tiempo, es un experto capaz de evaluar los fines mismos que pretende atender. Por ello, la formación de los futuros científicos debe conjugar una racionalidad técnico-instrumental con una racionalidad práctica en sentido aristotélico. Ahora bien, la racionalidad práctica es inconcebible al margen del pensamiento crítico, el cual apunta a cuestionar lo establecido, o al menos a preguntarnos si los fines a los que estamos dispuestos a servir, son legítimos. A este respecto, la enseñanza de la ética debería ser encarada desde una perspectiva que resalte al máximo, la diferencia entre moral positiva y moral crítica.
En segundo lugar, su contribución a la formación integral de los futuros científicos. La práctica científica es una práctica humana entre otras, y en cuanto tal, se encuentra atravesada ya por una dimensión ética. El científico o el tecnólogo no realiza su labor en soledad, sino siempre en interacción con otros. En este sentido, su formación reclama no solo la adquisición de conocimiento experto, sino también, y una vez más en lenguaje aristotélico, virtudes éticas o del carácter. Adicionalmente, y teniendo en cuenta el impacto social que todo ejercicio profesional involucra, los futuros graduados deberán enfrentar deberes y responsabilidades especiales, no solo como profesionales, sino también como ciudadanos, es decir, como agentes de transformación social. Con arreglo a ello, este tipo de educación integral se muestra de fundamental importancia.
Por los motivos expuestos, es esencial fomentar el refuerzo de cualidades tales como el coraje, la perseverancia, la tolerancia, la responsabilidad y el compromiso. Pues como ha señalado Aristóteles: no se trata simplemente de saber qué es la virtud, sino de volvernos virtuosos. Ahora bien, ¿cómo pueden enseñarse las virtudes? ¿Qué podría contar como un marco adecuado para incentivarlas? Estas son algunas de las preguntas centrales a las que intentaremos dar aquí respuesta.
Palabras-clave: humanidades, ciencias, razón práctica, virtudes.